Tengo tantas musas
Pero busco una verdadera
una ninfa,
Me inspire
Me inspire al punto de cerrar mis ojos
Y parir un poema
La busco para entregarle mi corazón y verla arrancarlo
Ver mi corazón latir en su mano, ovservarle devorarlo junto a mi mente
Para que destruya mis sueños y mi psiquis
Y así me de combustible para escribir
(Locura, Ignorancia
¿carga o bendición?)
Cuando escribo de sexo todas son musas
Mas cuando me aventuro en los obscuros
Y tenebrosos confines de mi ser
Con intención abusar de mi niño interior y sacarle un poema
Cuando escucho los gritos de mi alma
Los gritos de las psiquis violadas
De mis personalidades encerradas
El llanto de quien fui
Desmembrado por tu recuerdo
Peor es cuando quiero escribir de amor
y el respectivo dolor que este causa
Solo existes tu
Y tu eres todo
Mi felicidad y dolor
La luz y obscuridad
Eres Zapan, Baal, Belsebú y Lucifer
Un Súcubo de las pesadillas
Que no me deja
Y siempre atormenta
Eres la razón por la que no puedo rendirme
Ni dejar de escribir,
Si lo hago
Me perderé en ti
Seré solo el fantasma de un hombre
Que has consumido para para exitar tu sadismo
Si no me rindo te habré vencido, a ti, mi demonio.
Y eso probara que soy el hombre que quería ser.
Un hombre mas fuerte y mas maduro
Y luego debo vencer a ese hombre
Y eventualmente ser el hombre del mito
Admirado y en constante crecimiento
Y finalmente
Haré las pases con mi niño interior
Y mis otras personalidades
Y ese será el día
En el que me convertiré en el dios
De mi psiquis.
Autor
Jorge Shotokan Fernández
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