Hoy son tres para las tres y pienso en lluvias del fin del mundo.
Las promesas se hicieron agua, se metieron a la sangre y empezaron a quemar.
Hay tan poco que ganar, hay tan poco que perder.
Juventud, juventud.
Fingiré una faceta del color de los fotones cuando en realidad es como un teléfono vació.
La impaciencia no respeta el tiempo, la espera las alarga el humo verde.
Tomare el camino absurdo, de la conformidad antinatural.
Gritare a mil decibeles más alto, tanto que mis pulmones quedaran sordos.
Pretenderé ser optimista, pero por dentro estoy vacío.
La caída no es lo que te mata, lo que te mata es volver a caer tantas veces.
Reiré por mis reflejos oxidados, tener fe es solo de buenos modales.
No me importa lo que digan, yo estoy bien asi, porque…
Juventud, juventud, indiferente idiotez.
Autor
Victor Stroszek
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