La guitarra sueña acordes perdidos, abismos trasligerados, silencio inútil , un boceto olvidado en que escribo. Tu mirada caleidocospical abruma esta atmósfera constelada, pienso como el horizonte, un huella bruma en un haz del mar. Y entre la arena impávida entre cenizas, crujen aquellos huesos, sin retorno y olvido, la canción probable aureada de imposibles , se marcha de tanta marea pérfida, como la ausencia naufraga febril en la barca de tus infiernos extintos.
Autor
Rodrigo Valdés Aguirrre
No hay comentarios:
Publicar un comentario