Acá,
sí, aquí están,
son las almas de mis naturalezas caseras.
Esos seres nuevos,
dependientes y egocéntricos.
Si no las motivas no hablan,
y así también con un solo segundo de atención,
no hay quien las pare.
Nunca me escuchan los muy falsos.
Lo que mas me consuela,
es que cuando necesitan ayuda,
no hago nada.
No!, no es por rencor,
solo que no sabemos comunicarnos.
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